Hoy en día, México sigue destacándose como uno de los mayores productores mundiales de distintos minerales.
La historia de la minería en México se remonta a los orígenes del país. Metales de oro, plata y demás han sido tenidos en gran estima, y muchas de las minas operadas durante la época de la colonia fueron originalmente operaciones mineras indígenas.
Hoy en día, México sigue destacándose como uno de los mayores productores mundiales de distintos minerales. La minería es actualmente la segunda industria más importante de México (Después del petróleo, pero antes que el turismo) y las actividades relacionadas con la minería continuarán siendo un componente importante del mercado de trabajo mexicano brindando distintos niveles de oportunidades de ingresos.
EMPLEO E INVERSIÓN
Según los últimos datos del Instituto Mexicano del Seguro Social, la industria minera mexicana da empleo directo a 291,000 personas y 1,5 millones de puestos de trabajos se han creado en apoyo a empresas como las industrias de la construcción y de servicios. En el 2010, el empleo en el sector minero creció un 5,4 %. Del 2010 al 2012, la industria minera espera invertir US$ 13,8 mil millones en el país. Entre el 2007 y el 2012, la industria minera ha invertido US$ 21,75 mil millones en la economía mexicana.
La inversión minera se da en las zonas rurales - regiones que son en gran parte ignoradas por otras industrias para la inversión y el desarrollo y que se han visto plagadas con altas tasas de desempleo y pobreza. Si bien los trabajos en el sector minería tienden a ser mejor remunerados que otros sectores en México, la exploración y la minería también traen aparejado una gran cantidad de oportunidades y beneficios sociales para las comunidades pequeñas, tales como el empleo en las industrias de la construcción y de servicios, educación, vivienda, electricidad, caminos, agua potable, servicios médicos, y mejora general en la calidad de vida.
Las empresas mineras de hoy en día son propiedad de accionistas de todo el mundo que exigen altos estándares en práctica empresarial. Esto significa que las empresas mineras invierten en grandes programas de desarrollo social y comunitario. BHP Billiton, una de las compañías mineras más grandes del mundo, invierte el uno por ciento de sus ganancias antes de impuestos en programas comunitarios (US$ 195,5 millones en el 2011).
Las personas que viven en comunidades rurales y remotas tienen a menudo opciones limitadas y en muchos casos tienen un acceso limitado al apoyo y programas del gobierno. Si bien los nuevos desarrollos mineros brindan mayor empleo y mejora en las infraestructuras, las empresas gastan millones en programas de sostenibilidad comunitaria aprobados internacionalmente que invierten en la industria local, la educación, la vivienda y en otras áreas. Estos programas a menudo son administrados por respetables organizaciones no gubernamentales.
De esta manera, la minería hace conocer comunidades rurales que de otra manera serían desconocidas. Al invertir en las comunidades, las empresas mineras ayudar a proporcionar opciones para que las comunidades permanezcan intactas. Sin inversión en las comunidades rurales, la única opción para muchas personas es irse del lugar.
LA MINERÍA Y EL MEDIOAMBIENTE
Las empresas mineras de hoy en día cumplen con una legislación ambiental estricta. Con el aumento de la inversión en México en la última década, las autoridades mexicanas han establecido una reglamentación nueva y más estricta. Por ejemplo, el Ministerio del Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca de México (SEMARNAP) ha alineado sus políticas con las normas internacionales a fin de garantizar que las actividades de exploración y minería tengan un impacto reducido en el medio ambiente.
Las actividades de exploración de superficie tienen generalmente un impacto ambiental muy bajo. Si un proyecto de exploración cumple con la NOM-120-SEMARNAT-1997 (Norma Oficial Mexicana NOM-120-SEMARNAT, 1997 [1998]), la Secretaría de Medioambiente y Recursos Naturales (“SEMARNAT”) no requiere un permiso para llevar a cabo trabajo de superficie de bajo impacto, tales como la perforación. En la práctica, aunque no lo exige la NOM-120, muchas compañías presentan un “Informe Preventivo”, o sea un informe que indica las medidas que serán utilizadas por la compañía para minimizar los impactos ambientales.
La minería implica cambios en la superficie, al igual que la construcción de un edificio y por lo tanto requiere una serie de permisos y autorizaciones ambientales para cumplir con las disposiciones de la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección Ambiental (LGEEPA). Antes de comenzar las operaciones mineras, las empresas están obligadas a elaborar una declaración preliminar de impacto ambiental de todas las actividades mineras. Además, hay muchas otras licencias de funcionamiento y permisos necesarios para iniciar la explotación.
La minería en México tiene un historial muy bueno en cuanto a cumplir y exceder lo requerido en la legislación ambiental del país. Por ejemplo, hay 69 operaciones mineras mexicanas que han sido certificadas como “Industria Limpia” y otras 24 que están en proceso de certificación. En los últimos seis años, el sector minero ha plantado 10 millones de árboles, lo que lo convierte en el tercer sector principal (después de las Fuerzas Armadas de México y la industria de la madera) en proyectos de plantación de árboles.